Colibrí Honey Bee nace del poder de la transformación.
Trabajamos con comunidades campesinas, víctimas del conflicto y excombatientes que decidieron apostarle a la vida, para dedicarse con esperanza y amor a la apicultura. En regiones mágicas como la Sierra Nevada de Santa Marta, el Sumapaz o la Serranía del Cocuy —donde una comunidad entera vive hoy del trabajo con las abejas— florece una nueva historia de paz, naturaleza y dignidad.

Cada gota de nuestra miel es mucho más que un alimento:
Es la prueba de que sí se puede construir futuro desde la tierra, con las manos y el corazón.
Es la esperanza de una madre campesina, el orgullo de un joven que eligió la vida y el canto silencioso de los bosques que cuidamos juntos.

Creemos en una apicultura consciente, que no solo transforma vidas humanas, sino que sana la tierra. Por eso, también hemos sembrado más de 400 árboles en zonas rurales de Cundinamarca, como parte de nuestro compromiso con la restauración del corredor ecológico de los cerros orientales. Sembrar un árbol es sembrar futuro, y para nosotros, proteger la biodiversidad es tan importante como honrar a quienes producen esta miel con tanto amor.

Estamos certificados como Negocio Verde por la Secretaría de Ambiente de Bogotá y cada frasco de miel que llega a tus manos respalda un modelo de economía limpia, justa y profundamente humana.

Nuestras mieles multiflorales son 100% naturales, sin aditivos, recolectadas en bosques nativos. Nos esforzamos por conservar no solo su sabor, sino también su esencia, su historia y su origen.

Te invitamos a saborear algo más que miel: Te invitamos a ser parte de esta transformación.